VII. Poblaciones especiales

 

¿Debería usarse la dexametasona en el tratamiento de los recién nacidos con infección por SARS-CoV-2/COVID-19?

 

La infección en pediatría se presenta con una menor propor­ción que en adultos, la infección neonatal es menos frecuen­te, sin embargo, una proporción considerable de neonatos requieren hospitalización y ventilación mecánica.

No hay estudios realizados en recién nacidos ni en pediatría.

En el estudio RECOVERY65 se aleatorizaron 2.014 pacientes adultos que recibieron dexametasona y 4.321 que recibieron manejo habitual. 454 (21,6%) de los asignados a dexametaso­na y 1.065 (24,6%) del grupo con manejo habitual murieron entre los 28 días de seguimiento, ajustado por edad RR 0,83 (IC 95% 0,74 – 0,9) p<0,001. Las reducciones en la tasa de mortalidad proporcional y absoluta variaron significativamen­te según el nivel de soporte respiratorio en la aleatorización, la dexametasona redujo las muertes en un tercio de los pa­cientes que recibían ventilación mecánica invasiva (29,0% vs. 40,7%, RR 0,65. [95% IC 0,51 a 0,82]; p<0,001) se redujo en un quinto de los pacientes que recibieron oxígeno sin ventila­ción mecánica invasiva (21,5% vs. 25,0%, RR 0,80 [IC 95% 0,70 a 0,92]; p = 0,002), pero no redujo la mortalidad en pacien­tes que no recibían soporte respiratorio en la aleatorización (17,0% vs. 13,2%, RR 1,22 [IC del 95%: 0,93 a 1,61]; p = 0,14).

Los pacientes en el grupo de dexametasona tuvieron una hospitalización más corta (mediana 12 vs 13 días) y una ma­yor probabilidad de egreso a los 28 días (RR 1,11 [95% CI 1,04 a 1,19]; p=0,002). En pacientes hospitalizados con infección por SARS-CoV-2/COVID19, dexametasona redujo la morta­lidad a 28 días entre los pacientes que reciben ventilación mecánica invasiva u oxígeno, pero no entre los pacientes que no reciben soporte respiratorio65.

La dexametasona se ha utilizado en recién nacidos para pre­venir la displasia broncopulmonar y el croup postextubacion, con una muy baja proporción de efectos adversos, se ha des­crito sangrado gastrointestinal, perforación intestinal, hiper­glicemia, hipertensión, cardiomiopatía hipertrófica o falla en el crecimiento66,67.

Existen múltiples causas por las cuales un recién nacido pue­de requerir oxigenoterapia luego de 7 días, y si esta condi­ción se presenta, no siempre se puede atribuir a la infección por SARS-CoV-2/COVID-19, dado que no hay estudios que evalúen el uso de dexametasona en recién nacidos con infec­ción por SARS-CoV-2/COVID-19, no se emite una recomen­dación ni a favor ni en contra de su uso.

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